ARQUITECTURA ALZHEIMER



La arquitectura de VILLAFAL debe responder a la evolución de la enfermedad en el paciente, acompañándolo en su recorrido a través de los distintos niveles de GDS. Es lo que denominamos “arquitectura gradiente”. Se plantean estancias relativamente cortas en VILLAFAL, asociadas a las salidas a entornos rurales denominadas Espacios de Vida, que no superaban los quince días. Bajo esta premisa se entiende que el paciente vuelva en repetidas ocasiones y, aún cuando la enfermedad haya evolucionado, el cambio del tipo de estancia no debe ser brusco para el paciente. Toda Villafal es un conjunto, donde se pueden distinguir tantas zonas distintas como grados de GDS existen. La arquitectura seguiría esta clasificación de la enfermedad, evolucionando en su concepción. Desde una zona GDS 3 dónde el paciente aún puede valerse por sí mismo, hasta una zona GDS 7 dónde el enfermo está al cuidado permanente de un especialista las 24 horas del día. Pese a las diferentes arquitecturas que nacen de un uso determinado, la esencia es la misma. Hay talleres presentes en todas las zonas, lo único que cambia es la forma en que cada grupo de GDS usan estas estancias. De este modo la arquitectura evoluciona del mismo modo que el paciente, es decir, en forma de gradiente. Conforme va aumentando el GDS, va aumentando la densidad dentro de la arquitectura alzheimer.